miércoles, 13 de noviembre de 2013

Ganadería Racional en América Latina
La ganadería racional toma fuerza en América Latina
Publicado el: 06/07/2011
Autor/es: Dr. Michael Rua Franco, Director General de Cultura Empresarial Ganadera y Presidente del Instituto André Voisin Internacional, Colombia

Según las prácticas ganaderas predominantes en el mundo y su impacto sobre la ecología, la actividad ganadera puede clasificarse en dos grandes vertientes:
a.       La ganadería convencional
b.      La Ganadería Racional
Se conoce como ganadería convencional, aquella cuyas prácticas habituales incorporan una metodología agrícola agresiva contra el suelo y el ambiente, en la que común y frecuentemente se convierten campos con amplia diversidad vegetal en terrenos para pastoreo comenzando por talar la vegetación arbórea, arar el terreno con arados de toda clase (mecanizados con ayuda de tractor, mecanizados con ayuda de animales, manualmente), luego aplicar enmiendas, sembrar semillas de pastos mejorados, aplicar fertilizantes químicos y/o abonos orgánicos, y durante el desarrollo de las pasturas incorporadas hacer un mantenimiento para controlar las competencias entre los pastos incorporados y la vegetación natural del terreno intervenido haciendo uso de herbicidas, y en caso que vengan algunas plagas a la pastura nueva, se hace un control químico con pesticidas, plaguicidas o insecticidas. Desde luego, en esta clasificación caben todas aquellas ganaderías en las que se hace un uso "racional" (controlado) de los insumos descritos, y también, aquellas donde su uso es indiscriminado (no controlado), pues unas y otras proceden bajo la misma metodología, agreden el ambiente y el impacto sobre la ecología es NEGATIVO, siendo más grave el caso de las que no hacen un uso controlado de los insumos, pero en ambos casos el efecto es dañino.

Ilustración gráfica del método tradicional para producción de pastos para ganadería convencional
(Agresión del suelo con arados, fertilización en suelo y planta, aplicación de herbicidas y pesticidas, etc.)
De forma resumida, la ganadería convencional es aquella que DEPENDE del uso de insumos agroquímicos y agrotóxicos, así como de arados y semillas de pastos mejorados, para poder ser altamente productiva. De hecho, esta es la forma más practicada en el mundo entero, ya que es la que tradicionalmente se ha ido transmitiendo generación tras generación, a tal punto, que en la actualidad, resulta tremendamente difícil aceptar que haya una forma diferente de practicar la ganadería.

Este tipo de suelo cada vez es más frecuente en campos agrícolas y ganaderos a causa del manejo convencional
Para poder cultivar en un suelo como este solo será posible haciendo uso de arados, fertilización y riego artificial
A esto se le denomina "ruta de la dependencia" (Pinheiro, 2006) porque el cultivo depende totalmente de la inversión que se haga en las prácticas agronómicas convencionales a pesar de su alto costo económico y ambiental
Recientemente, el sábado 28 de mayo de 2011, el canal verde de MSN Latinoamérica publicó a través de su web una impresionante noticia titulada: "Los países más contaminantes del Planeta", que podemos resumir de la siguiente manera (el siguiente ranking inicia con el más contaminante) destacando sus principales efectos contaminantes sobre el uso de sus recursos naturales e impacto en la ecología del planeta:
1.     Brasil: A pesar de que aún conserva muchas áreas naturales, ocupa el primer lugar en uso de fertilizantes y emisiones de CO2, es el segundo país en contaminación de aguas, el tercero por sobrepesca, y el noveno por especies amenazadas.
2.     Estados Unidos: Se destaca por el uso de fertilizantes, emisiones de CO2, especies amenazadas, contaminación del agua. Estados Unidos es pionero en todas estas categorías contaminantes
3.     China: Es el país más poblado del mundo, y tiene contaminados el 70% de sus playas y mares. Es la nación con mayor producción de emisiones de carbono. Más de 20 millones de personas no tienen acceso a agua potable.
4.     Indonesia: En menos de cincuenta años cerca de 40% del país se ha deforestado. Ocupa el segundo lugar en pérdida de bosques, el tercero en especies amenazadas y en emisiones de CO2, el sexto en sobrepesca y uso de fertilizantes, y el séptimo en contaminación de aguas.
5.     Japón: Ocupa el cuarto lugar en sobrepesca, y los pesqueros japoneses están agotando los cardúmenes de atunes en el mundo. Japón es uno de los pocos países que siguen pescando ballenas. Se posiciona quinto en polución de agua y en conversión de hábitats naturales, y sexto en emisión de CO2.
6.     India: Es el segundo país que más contamina sus suelos con fertilizantes, y ocupa el tercer lugar en contaminación de aguas. Aparece en el octavo lugar en especies amenazadas, sobrepesca y emisión de CO2.
7.     México: Cientos de autos se debaten en el cotidiano tránsito de Ciudad de México, que genera una bruma de polución en el ambiente, pero también está entre los países en el mundo con mayor deforestación y especies amenazadas.
8.     Rusia: Es la nación con más agua contaminada del mundo, por lo que menos de la mitad de su población dispone de agua potable en su diario vivir. Los residuos nucleares del deshabitado Chernóbil también suman en esta problemática.
9.     Australia: La potencia oceánica está principalmente conformado por áreas en procesos de transformación. Ocupa el noveno puesto mundial en uso de fertilizantes y es el décimo que más sufre la pérdida de bosques.
10.   Perú: se encuentra entre los 10 países del mundo que más pesca y más especies en vía de extinción tiene. El comercio ilegal de animales exóticos y la destrucción de varios ecosistemas debido a la sobrepesca son sus principales problemas.
En este reporte se puede notar que en la mayoría de los países más contaminantes del planeta existen causas en común, entre las cuales se destacan cuatro aspectos: la deforestación, la contaminación del agua, la conversión de hábitats naturales y el uso de fertilizantes. ¿No son estas causas de contaminación una rutina habitual en los campos ganaderos y agrícolas?
Por su parte, FAO (organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) en su informe resumido titulado "Agricultura mundial: hacia los años 2015/2030", tras un analítico y detallado estudio de la situación actual y perspectivas de futuro de la agricultura mundial, nos advierte que cuando la tierra es más escasa (debido a la degradación que sufre por deforestación, erosión, fertilización y demás prácticas convencionales)los agricultores responden cambiando a variedades de mayor rendimiento y aumentando el uso de otros insumos para conseguir rendimientos más altos.
No es diferente el caso para los ganaderos quienes ante la escases de tierras aptas para pasturas y uso ganadero, responden optando por alternativas como una genética más potente y adaptable a las condiciones ambientales del momento, o especies de pastos que soporten inundaciones o sequías intensas y prolongadas y/o muy pobres niveles de fertilidad natural, o que produzcan mayor biomasa por unidad de superficie, o compran más tierra y la convierten a pasturas incrementando la deforestación y erosión, o aumentan el uso de insumos industriales (químicos) que prometan mayor rendimiento, sea de la pastura o de los animales. Las preguntas que cabe hacer y plantear para la reflexión aquí es:
a.     ¿Estaremos optando por las soluciones más apropiadas?
b.     ¿No será que tal vez estas soluciones que estamos apropiando nos están conduciendo a mayor escases de tierras aptas para uso ganadero con óptimos rendimientos?
c.     ¿Qué pasará si logramos una genética de razas bovinas con mayor rendimiento... no se supone que para mayor rendimiento exigirán mejor nutrición y esto a su vez nos exigirá producir más biomasa de forrajes de mejor calidad?
d.     ¿Qué pasará si logramos especies de forrajes más nutritivos y con mayor biomasa por unidad de tierra cultivada... no van a exigir estos mayor fertilidad de suelo y necesidades de agua?
e.     Y la pregunta más importante: ¿Quiénes (qué productores) podrán acceder y responder a estas nuevas tecnologías, a estas nuevas especies con mayor rendimiento o insumos más potentes para incrementar el rendimiento y la productividad de sus campos y de sus animales? ¿Será que a los pequeños productores, a los de bajos o nulos recursos económicos, o a los que están ubicados en entornos marginales y/o marginados se les facilitará el acceso a estos recursos para que puedan participar de la economía regional, nacional o de la economía globalizada? ¿O acaso en el futuro solo los grandes y poderosos podrán mantenerse en el mercado? ¿No es esto elitismo?
El estudio de la FAO casi concluye que los pequeños productores, los pobres y marginados, "sólo estarán en condiciones de responder si consiguen acceder a insumos, mercados y tecnologías, y si el marco político es favorable. Además, la investigación tiene que desarrollar las variedades y técnicas necesarias para aumentar los rendimientos en entornos difíciles. Estas medidas son esenciales para que los agricultores pobres y sus familias no queden atrapados en la pobreza". Pero, ¿qué sucede mientras la investigación avanza con nuevas propuestas de desarrollo capaces de sobrepasar las dificultades del entorno de la producción vegetal y animal del presente, en especial, para los campesinos/productores de más bajos recursos?
FAO advierte también "que uno de los medios principales que tienen los agricultores (y ganaderos) para aumentar los rendimientos de sus cultivos (y pastos) es la aplicación de más fertilizantes. Una tercera parte del incremento de la producción mundial de cereales en los años setenta y ochenta se ha atribuido al aumento del uso de fertilizantes. En la India esta cifra aumenta hasta la mitad. América del Norte, Europa occidental y Asia oriental y meridional representaron cuatro quintas partes del uso de fertilizantes en el mundo en 1997-99. Se espera que el consumo mundial de fertilizantes crezca a razón de un 1 por ciento anual a lo largo de los tres próximos decenios (un poco más rápidamente en los países en desarrollo y un poco más lentamente en los desarrollados)".
Cabe mencionar que al tiempo que crece la demanda mundial de fertilizantes para la producción agrícola (incluidos los pastos y forrajes para ganadería), crece incontrolablemente también el costo de dichos insumos, y por ende, seguirá aumentando el precio de los suplementos nutricionales para ganado elaborados a base de forrajes y cereales, así como el mantenimiento de las pasturas.
Bajo estas condiciones tan difíciles, que demandan una intervención a todo nivel, de mayor especialización en la investigación para solucionar problemas reales de los productores y cuyos resultados no se hagan esperar, de políticas que puedan ser realmente incluyentes de las comunidades productoras campesinas más vulnerables y marginadas y que atiendan con efectividad sus problemas cotidianos, y de un mercado en el que los insumos y maquinaria cuestan cada vez más pero el valor pagado por los productos (carne y leche) es cada vez más limitado, la ganadería convencional encuentra una seria y severa coyuntura por resolver tanto para el presente como para el futuro. ¿Lo lograrán? y si lo logran ¿Cuánto van a tardar en poder encontrar las soluciones más apropiadas (entendiendo como apropiado una solución que resuelva eficazmente cada problema pero en total armonía con el ambiente) y en acondicionarlas a cada predio para que puedan obtener de ellas el máximo provecho produciendo más y de forma absolutamente rentable? ¿Estarán al alcance de TODOS estas soluciones?
Opuestamente, tenemos el concepto de GANADERÍA RACIONAL, que consiste en hacer un uso controlado de los recursos naturales renovables y no renovables, para no consumir más allá de los recursos naturales disponibles en cada predio en uso agrícola y/o ganadero antes que la naturaleza misma pueda regenerarlos y reponer lo consumido. En otras palabras, es una práctica ganadera que no agrede el ambiente con el uso de maquinarias y/o equipos (arados de suelos especialmente, pero también los que talan la vegetación, o aquellos que causan deforestación y erosión), ni con insumos industriales (medicamentos, agrotóxicos, agroquímicos, etc.) que no son naturales y que la naturaleza no puede asimilar, por el contrario los rechaza, y cuando no los rechaza se convierten en contaminantes que desequilibran el entorno ambiental de los ecosistemas ganaderos, en lo particular y en lo colectivo, degradando la tierra antes que protegerla.
La Ganadería Racional no depende de insumos artificiales costosos y contaminantes, mejor, depende solo de los recursos naturales que hay al interior de cada predio en uso ganadero, por consiguiente, las soluciones a los problemas de cada ganadería casi siempre se pueden encontrar hacia el interior del predio y no buscando afuera de él. Como no depende de lo que venga de afuera, entonces la ganadería se hace una práctica menos costosa y TOTALMENTE ARMÓNICA con el entorno ambiental. No agrede el ambiente, no le causa degradación, al contrario, la protege e incluso le ayuda a recuperarse de los daños que le fueron causados antes de adoptar la práctica RACIONAL.
El ecosistema de un campo en Ganadería Racional es naturalmente equilibrado debido a la biodiversidad
El confort y bienestar en este tipo de práctica ganadera es siempre óptimo y el rendimiento es máximo
Pero además, solo depende de una cosa, del ser humano que la maneja, que la controla, que la administra, que la gerencia. Solo depende de que ese mayordomo sea sabio, prudente, creativo, ingenioso, imaginativo, inventivo, perspicaz, sutil, recursivo, oportuno, industrioso, inteligente, ilimitado, ahorrativo, equilibrado para darle el mejor uso a cada recurso que la naturaleza le provee y obtener los mejores resultados posibles con el terreno, la vegetación y el ganado a su cargo. ¡Que produzca mucho con lo poco, o mejor, con apenas lo necesario y suficiente para no malgastar ni desgastar!
Si pudiéramos resumir toda esta descripción en una única palabra, entonces diremos que ese mayordomo debe ser RACIONAL. De ahí justamente es que proviene la denominación que le damos a esta práctica ganadera, pues el humano está al mando, a la cabeza, como único ser vivo dotado por Dios (el mismo creador de la naturaleza, de los pastos y de los ganados, así como del humano) de la capacidad única depensar, razonar y decidir para darle el mejor manejo posible al campo ganadero, a sus recursos naturales y al ganado que pastorea los campos a su cargo.
Es entonces una práctica ganadera que no degrada, que no desgasta, que no deteriora, que no agrede. Es una práctica ganadera en perfecta armonía con el entorno ambiental, con el ecosistema ganadero. Es una práctica ganadera 100% ecológica, pero además, 100% eficiente, productiva y rentable, ya que se logra el máximo provecho de cada recurso a favor de la producción del ganado y de la empresa ganadera. Es una verdadera empresa, que usa bien sus recursos, que cuida sus inversiones y su infraestructura, que no malgasta, que protege y ayuda a recuperar el ambiente, que solo depende de sí misma, es decir, que es 100% autosuficiente, sostenible, sustentable y rentable sin depender de recursos externos.
Uno de los aspectos más importantes de la Ganadería Racional es, que esta práctica no solamente pretende solucionar los problemas de la ganadería actual (como si lo hace la ganadería convencional), sino que lo que realmente pretende es EVITAR que la ganadería padezca problemas de productividad, de rentabilidad, de contaminación y degradación ambiental. Aplica el proverbio popular que dice: "Es mejor prevenir que curar" pues así no tenemos más tarde que caer en la desgracia que "el remedio sea más caro que la enfermedad". La ganadería convencional se enfoca exclusivamente en resolver problemas, mientras la Ganadería Racional se enfoca en evitarlos mientras remedia los que ya habían sido causados antes por una mala práctica, pues la mejor práctica de la medicina es la que previene y no la que cura.
La Ganadería Racional es por consecuencia natural una práctica 100% ecológica, razón por la cual la carne y leche que se produce en una empresa ganadera que practica la Ganadería Racional es 100% orgánica, y esto no es un fin propio de la práctica racional, sino una consecuencia natural, un verdadero valor agregado. Sin embargo, no se debe confundir Ganadería Racional con "ganadería limpia", pues la producción limpia no siempre es orgánica. La producción limpia siendo también una práctica ecológica está enfocada en reducir riesgos de contaminación a los seres humanos y el ambiente mientras se aumenta la eficiencia o rendimiento de la producción (definición dada por PNUMA [UNEP en inglés] - Programa de Naciones Unidas Para el Medio Ambiente, año 2000), pero esta disminución de riesgos de contaminación no implica anular el uso de agroquímicos, agrotóxicos o ciertos medicamentos contaminantes, sino que es hasta cierto grado permisiva con su uso mientras no pongan en riesgo la salud, integridad y bienestar del animal, del ambiente o del ser humano que consume la carne y la leche producida así, o a los empleados de dichas granjas productoras.
Opuestamente, la Ganadería Racional es 100% ecológica y 100% orgánica, como ya se dijo, no porque así se lo proponga, sino por su naturaleza misma, por consecuencia directa, ya que no hace uso de ningún insumo contaminante, anula en un 100% el uso de fertilizantes, de herbicidas, de plaguicidas, y de medicamentos fuertes, y hay que dejar muy claro, que estos insumos no los usa no porque estén prohibidos, sino porque NO SE NECESITAN, y si no son necesarios, para que invertir en ellos si además de ser nocivos al ambiente y la ecología, incrementan los costos de producción en gran manera y reducen la rentabilidad de la empresa ganadera, e incluso, generan pérdidas.
Pero, lo más importante de todo, es que la Ganadería Racional no es excluyente, no es elitista, está al alcance de todos, pues sus insumos están dentro del predio casi siempre, y la única inversión externa está en instalar una muy buena y resistente cerca electrificada, que incluso puede trabajar perfectamente con energía solar, y un buen manejo del agua para hacer que el agua vaya al ganado en vez del ganado al agua (Pinheiro, 2006). Y casi el único insumo de uso permanente que es inevitable en cualquier tipo de ganadería, pero que tampoco es contaminante del ambiente, es la sal mineralizada para suplementar al ganado.
De esta manera, el pequeño productor, los que están en zonas marginales o marginadas, los que no pueden hacer uso de tecnologías de alto costo y de difícil acceso, pueden sacar máximo provecho de sus campos, siendo muy productivos, rentables y hasta competitivos con las tecnologías convencionales. La inversión en cercas y acueductos siempre será proporcional al tamaño del área a trabajar, así quien tiene un área pequeña invierte relativamente poco, y quien tiene un área más amplia para hacer ganadería invertirá un poco más, pero siempre accesiblemente sin necesidad de hacer grandes inversiones de poco beneficio; en resumen, todos los que invierten en Ganadería Racional colocan sus inversiones en una práctica ganadera realmente rentable, sostenible, sustentable, competitiva, y segura (cero riesgos), puesto que ninguna práctica ganadera tiene mejor relación entre costo y beneficio que esta.
Los ganaderos deberán entonces dejar de esperar a que el estado los favorezca, pues su productividad y rentabilidad no pueden depender de la incapacidad de los gobiernos para resolver la problemática real del campo y su distracción en políticas elitistas, poco efectivas para mejorar la verdadera situación actual del campo. Mejor que esta actitud mediocre y conformista, y por demás dependiente y paternalista, los ganaderos del presente y del futuro tienen que ser proactivos, independientes (freelance), pero asociativos, solidarios uno con otros, no recostados, y deben optar por aplicar en sus campos en uso agrícola y/o ganadero técnicas que les permitan depender menos del estado (de pronto se quedan esperando toda la vida por algo que no van a recibir), depender menos de la investigación científica que necia y ciegamente está buscando encontrar soluciones convencionales a problemas que exigen soluciones racionales, y evitar depender de las posibilidades escasas y estacionales que dejan a su paso las dificultades ambientales que contraen sobre los campos agrícolas y ganaderos los incontrolables y devastadores efectos del cambio climático, el calentamiento global y el efecto invernadero (inundaciones, sequías, desastres naturales, etc.).
Por tales razones la ganadería debe ser cada vez más RACIONAL y menos convencional, para así poder depender solamente de lo que la naturaleza de cada campo en uso ganadero dispone, de modo que las soluciones a sus problemas las puedan encontrar SIEMPRE hacia el interior de sus campos y no fuera de ellos.
Desde luego, en el caso de la Ganadería Racional, la tecnología más importante a desarrollar es la tecnología del conocimiento, pues es apenas lógico que no se puede llegar muy lejos, ni esperar resultados exitosos, sin conocer de qué se trata y cómo se lleva a la práctica de la manera más correcta posible, entonces el ganadero deberá invertir, claro, para ganar siempre hay que invertir, pero invertir con inteligencia, con racionalidad, bien sea en capacitación o en asesoramiento profesional con expertos en la práctica de la Ganadería Racional, o mejor aún, en ambas cosas.
Lo interesante ahora es que parece estar despertando una nueva generación de ganaderos especialmente preocupados por practicar una ganadería diferente, una ganadería realmente productiva, una ganadería realmente rentable, una ganadería que no contamine ni agreda el ambiente, en resumen, una ganadería realmente racional. No en vano, el equipo de profesionales de Cultura Empresarial Ganadera y el Instituto André Voisin Internacional con sede principal en Colombia y subsedes en Venezuela, Ecuador y Panamá (equipo CEG/IAVIC), entidades que lideran exitosamente la práctica de la Ganadería Racional en América Latina, han capacitado a más de 5000 ganaderos en los cuatro países desde 2007, el 10% de los cuales han sido capacitados por medios virtuales (a distancia a través de internet) y el 90% restante en cursos presenciales, y además, están asesorando a más de 3 centenares de ellos desde Argentina hasta Estados Unidos, es decir casi todo el continente de América con excepción de Perú, Brasil y Canadá, asesorías de las cuales un 50% se realizan también virtualmente (vía internet) y el 50% restante de forma presencial.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario